El cuidado pastoral de los enfermos y ancianos es responsabilidad de toda la comunidad de fe. Recordando a los enfermos en la oración, celebrando los sacramentos junto con los enfermos, y visitando a los enfermos, toda la comunidad de los fieles participa en el cuidado pastoral de los enfermos. (Cuidado Pastoral de los Enfermos, no. 43)
Los fieles que visitan a los enfermos les ayudan a rezar, y comparten con ellos la palabra de Dios que ha sido proclamada en medio de la asamblea en la cual no pueden participar debido a su enfermedad (Cuidado Pastoral de los Enfermos, no,. 46, 54-70).
Para proveer la comunión frecuente a los fieles que están enfermos y privados de poder participar en la comunidad Eucarística, es importante recordar que la recepción de la Santa Comunión es un elemento importante de una visita a los enfermos. Los ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión que visitan a los enfermos deben recibir formación y ayuda adicional, además de lo que fuere necesario para servir a la comunidad parroquial. (Cuidado Pastoral de los Enfermos, no. 51, 71-96)