“El pueblo de Dios cumple y perfecciona este arrepentimiento continuo de muchas maneras diferentes. Comparten los sufrimientos de Cristo al soportar sus propias dificultades, llevan a cabo las obras de misericordia y caridad, y adoptan cada vez más plenamente la perspectiva del mensaje Evangélico. Por lo tanto, el pueblo de Dios se convierte en el mundo como el signo de conversión hacia Dios. Todo esto la Iglesia lo expresa en su vida y lo celebra en la liturgia cuando los fieles confiesan que son pecadores y piden el perdón de Dios y de sus hermanos y hermanas. Esto sucede durante las celebraciones penitenciales, durante la proclamación de la Palabra de Dios, en la oración, y en todos los aspectos penitenciales de la celebración eucarística.”
En el sacramento de la penitencia los fieles “obtienen el perdón de la ofensa hecha a Dios por la misericordia de éste y, al mismo tiempo, se reconcilian con la Iglesia, a la que, pecando, ofendieron, la cual, con caridad, con ejemplos y con oraciones, los ayuda a su conversión”.
(Del Rito de la Penitencia, Introducción, No. 4)
Aunque el proceso de la bienvenida a Católicos que regresan pueda tener aspectos paralelos a los del Rito de Bienvenida en Rito de la Iniciación Cristiana de Adultos (RICA), la bienvenida a Católicos que regresan no pertenece al proceso de RICA en sí. El Rito de Bienvenida no es apropiado para los Católicos plenamente iniciados que regresen a la Iglesia. (RICA # 411, RICA Estatuto Nacional # 36. Ver Política 307, en el presente documento.)